viernes, 18 de abril de 2008

POR TI



Lucía… rostro ateniense.
Pie de atleta… como un dios.
Espartano… en la batalla.
Troyano… su corazón.
Su risa… blanca de griego.
Su porte… conquistador.
Único… en el cuerpo a cuerpo.
Irresistible… su voz.

Apareció aquella noche.
Sin pensarlo te embriagó.
Llegó a ser tu vida entera.
Por ti todo lo perdió.

Si algún día caes en la cuenta
del precio que te pagó.
Piensa en su cuerpo sin alma.
¡Es lo que tu adiós dejó!


Abril 2008

6 comentarios:

Unknown dijo...

precioso, precioso, precioso, precioso y precioso...

El poema, quede claro, jejejeje

(si es preciso, también te lo digo a tí, no creas; guapo, guapo y guapo, jejejeje)


TE vas creciendo, niño. Este poema deja ver un potencial que apabulla. Como sigas así te vas a olvidar de los humanos, entras ya en la esfera de lo divino.

Bueno, del algún humano -una humana- ya te has olvidado, que por mi casita, ni te pasas ni me dejas siquiera un beso pequeñito... soy mundana, mi dios griego.


Un besiño, guapo

Psique

Anónimo dijo...

una descripcion magistral,que solo tu puedes hacer,escribir,sentir y sobre todo mostrar,sigue asi wapeton,te vas superando.un besote ( ch )

Anónimo dijo...

Entre tantas cosas extraordinarias que ofrecer terminó por pagar con su alma. Altísimo precio.
La inspiración te sigue acompañando, Pigmalión.
Te felicito.

Pigmalión dijo...

Psique
Los quehaceres cotidianos que se van haciendo los dueños de nuestro tiempo.

Sólo una vez me hicieron sentir dios y después se encargaron de mostrarme que no era así y me echaron del Olimpo.

Un besiño.

Ch
Si ya he dicho que no soy dios ahora he de aclarar que maestro tampoco.

Igualmente me lo hicieron creer y después, cuando no me quedaba nada por enseñar, me echaron del colegio.

Un besote.

Veracruz
Bienvenida una vez más.

Te doy las gracias de corazón. No digo que con el alma porque no la tengo a mi disposición.

Anónimo dijo...

Pigmalión, no conozco ese cuerpo a cuerpo ni tu voz ni ese pie pero si el rostro si me pareces luchador si creo que hay un gran corazón y sobre todo una sonrisa que conquista. Yo me dejaría embriagar y después ya buscariamos el alma que seguro anda por ahí escondida como tú.

Pigmalión dijo...

Penélope

El día que decida ponerme a buscar prometo avisarte. De momento mejor no embriagarse.

Un beso.

Fran.