jueves, 19 de febrero de 2009

LLUEVE OTRA TARDE


Llueve una tarde de invierno
y el mar atrae mis pasos.
Aquí estuve tantas horas,
a tu vacío abrazado,
lejos del mundo real,
mirando un punto lejano
- Aquel que unía los azules:
nuestro horizonte de antaño -.

Por capricho del destino
el sol, antes de su ocaso,
con luz hace colorines
ante mis ojos cansados.
Huele a lluvia y a salitre.
Me acompaña Cristian Castro.
Pienso en versos y sonrío
al recordar que hace años
a cucharadas mi risa
un día te fue atropellando.

Ha caído mucha lluvia
sobre el lienzo de aquel cuadro
diluyendo la acuarela
que pinté con éstas manos.
Hoy el mar vuelve a atraerme
donde tanto esperé en vano.
Hoy todo aquí habla de ti,
pero no te estoy llorando.


Febrero 2009