martes, 15 de mayo de 2012

PARTENOPE


Meses hace que encallé
mi barco en playas lejanas
buscando el fruto del loto
que alimentase mi alma.

En ese tiempo un amigo
me arrebataron las Parcas,
haciéndome comprender
que debía alzar el ancla.

En mi periplo al olvido,
sin los recuerdos que matan
fondeé en una bahía
que el Vesubio dominaba.
Allí se respira historia,
cultura griega y romana.

Allí rocé la leyenda
que hace tanto que me atrapa:
Parténope, la sirena,
murió en la playa varada
porque Ulises no escuchó
sus hechiceras palabras.

Itaca es solo un final
con infinitas escalas.
Si mil veces Poseidón
me empujase hasta tus garras
mil veces naufragaría
en tus rocas afiladas.
Y que tu instinto decida
si me olvidas o me salvas.

Neapolis 10-mayo-2012