No podría un diez de mayo
al corazón dar la espalda.
una sonrisa a mi alma.
No podría, aunque quisiera,
decir que pude olvidarla.
Mi boca se negaría
a pronunciar tal palabra.
No podría ni sabiendo
que ahora en otros mares nada.
Por eso, tal vez por eso…
Cayó Troya esta mañana.
Mayo 2013