sábado, 15 de diciembre de 2007

¡FELIZ CUMPLEAÑOS! M.L.

http://www.youtube.com/watch?v=6p-FRq5JLEw&feature=related
No se realmente que me ha empujado hasta aquí. Tal vez un arrebato inconsciente. Tal vez el creer que plantarle cara al dolor terminaría con él definitivamente.

Lo cierto es que llevo dos días conviviendo en este hotel con el fantasma de tu último beso, con los interminables recuerdos que constantemente salen a mi encuentro. Gran vía, Callao, Sol, plaza Mayor, teatros, cines, librerías, cafeterías, restaurantes y hoteles.

Impresionante el modo en que pueden llegar a afectar psicológicamente los hechos vividos en un determinado lugar al regresar a él. Impresionante como en la oscuridad de un pasillo se puede llegar a creer que extendiendo la mano volveré a tocar de nuevo tu piel, que aspirando el aire puedo volver a embriagarme con tu olor, que cerrando los ojos en silencio junto a la puerta de esta habitación recuperaré tus besos.
Hoy se van diluyendo los retazos de esperanza. Como último recurso he decidido regalarme yo mismo ese libro. Podía haber sido otro más del que compartir lectura, impresiones, sensaciones. Y ahí está, sobre mi cama. Con esa portada en la que destaca junto al título su autora, Robin S…., y con algo que yo no suelo hacer: una frase subrayada como a ti te gusta…..”Un hombre que se enamora de una mujer se pone en peligro, y se expone a los más grandes infortunios”

Ahora mismo me encuentro, gracias a la tecnología y a los servicios del hotel, con este escrito sin más corrección que la del momento a punto de derramarlo en un subforo del café. Con el mayor vacío en el estomago que he sentido en mucho tiempo y llamándome necio por haber esperado que llegase la medianoche que agotaba este día antes de creer que ya no soy nadie para ti.

Soy yo quien te dice ahora ¡FELICIDADES! has ganado. Tus besos siguen estando pero ya no son para mi. Tu risa sigue ahí pero no para mi. Tus suspiros siguen mostrando sentimientos, pero no para mi.

Mi enhorabuena a quienes hoy pueden recibir de ti tan preciados regalos. Seguramente los merecen mucho más que yo.

Diciembre 2007

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola pigmalión, pasaba por aquí y me detuve a leerte..Recuerda que el tiempo ayuda a olvidar..SUERTE.

Por cierto, que bonita canción, la he escuchado varias veces "Y aquí estoy durmiéndome con la luna despertando con el sol"

Un abrazo, beso y flor para tu dulce corazón de griego

Anónimo dijo...

No es un relato excesivamente trabajado pero ha conseguido meterme en la piel del protagonista y la canción que lo precede ayuda bastante.

¡Felicidades! al autor y a M.L.

Pigmalión dijo...

Anónimo uno.¿Adivino que anónima por el beso?

Voy a guardarme esa SUERTE que falta poco para el sorteo de la lotería.

Gracias por pasar por aquí y por esos tres regalos que son perfectos para un cumpleaños. La flor siempre puede ser útil,jajajajaja.

Pigmalión dijo...

Anónimo dos.

Siento decepcionarte, pero es que yo soy así. Con muchísima frecuencia escribo tal como me asaltan las ideas y luego sale lo que sale.
Me importa más llegar que las formas o la perfección técnica y si eso lo he logrado me siento bien.

Gracias dobles por la felicitación. El autor es el mismísimo M.L.

Anónimo dijo...

Vaya con gusto leo que, te gustaron mis regalos, ya me contaras si mi SUERTE, te ayudó en el sorteo de la loteria y como dices que la flor puede serte útil, te dejo un ramo, el mas hermoso de rosas que puedas imaginar, coronado con estrellitas coquetas y con muy buenos deseos para este ya tan cercano 2008.
Besos

Pigmalión dijo...

Anónima.

Continúo sin suerte en el juego.

Imaginaré que las rosas son azules como un cielo repleto de esas estrellas y, al menos en el 2008, seguiré esperando que la luna se sienta atraida por él.

Besos.

F.

Anónimo dijo...

Hola Pigmalión.

Hacía algún tiempo que no me pasaaba por aquí, espero que me lo perdones. SAbes que para mí, tu blog es parada obligada en el periplo de mis lecturas, que buscan rincones amables donde se adivinan, detrás de cada palabra impresa, grandes corazones y bellos sentimientos.

He leído este pequeño relato en el que se nota claramente que te desnudas de artificios para ser tú mismo. La verdad, si algo me gusta de todo lo que escribes es eso mismo, eres completamente natural, no hay artificio en tí. Por cada poro que permiten tus palabras se escapa tu savia. Eso hace bella tu creación, pero te deja invulnerable.

Por ejemplo, terminas este relato con una frase que me duele a mí. "Seguramente los merecen mucho más que yo". Eso suena a derrota.

Algo se acabó, no puedes hacer mucho más. Pero no será porque otros lo merezcan más que tú. Circunstancias de la vida, no merecimientos. Te mereces lo mejor. Con lo cual, piensa que, a lo mejor, es ella la que no te merece.

Pues lo que te digo siempre. Tiene que haber esperanza. Tendremos que esperar el tren que realmente nos merezca...

LLevo tu camino, te acompaño un rato por el andén y charlamos, si quieres.


Un beso pigmalión. Ese te lo mereces.


Psique

Pigmalión dijo...

Psique .
¡Que barbaridad! Has enterrado mi relato bajo tu comentario.
A ver si quien se aventure a leerme se agrega a esa nueva modalidad y este lugar se convierte en un sitio interesante.

Y vaya casualidad el que digas que no hay artificio en mí y que yo haya puesto un poema con fuegos artificiales -no ha sido intencionado-, jeje.

Sobre los merecimientos: sinceramente te digo que no quiero entrar en valoraciones ni juicios -no se puede ser juez y parte-.

Ya nos veremos de vez en cuando por el andén.

El beso me lo quedo. Gracias.

F.