No disculpo lo que hice ni niego que pude serlo. Pero que tú me lo llames no termino de entenderlo. Que alguien que me hizo creer que se arrojaba al infierno ayudándome a caer para ella salvarse luego…
Que quien vive y quien sonríe compartiendo cuerpo y lecho con quien antes traicionaba, ganando el perdón con ello…
¿Cómo, quien hace tal cosa, puede ejercer el derecho de llamarme a mi traidor con arrogante despecho?