Rebosaban los tinteros
de tinta de mis adentros;
Negra, como era la pena,
azul, mi color tan griego.
Sin olvidar aquel verde
que tus ojos destiñeron.
Sobre este cristal inerte,
mil ríos de sentimientos
no conseguían arrastrar
la tinta que iba fluyendo;
por mucho que yo pintase
de color todos mis versos.
Pero alguien vino a decir
que no hay sentimiento eterno,
que la tinta caducada
mejor arrojarla lejos,
mostrando su prepotencia
y abriendo unos ojos ciegos.
Versos escribiré en negro
porque habrá días de tormento.
En verde algunas estrofas
- Yo no tiro mis recuerdos –
Y el azul que es mi color
siempre lo llevaré dentro.
No te olvidaré princesa
- Te lo dije y fui sincero -
Pero, ya no aguanto más,
se acabaron tus desprecios.
¡¡El hecho de que te quiera
no hará de mi vida un pecio!!
de tinta de mis adentros;
Negra, como era la pena,
azul, mi color tan griego.
Sin olvidar aquel verde
que tus ojos destiñeron.

Sobre este cristal inerte,
mil ríos de sentimientos
no conseguían arrastrar
la tinta que iba fluyendo;
por mucho que yo pintase
de color todos mis versos.
Pero alguien vino a decir
que no hay sentimiento eterno,
que la tinta caducada
mejor arrojarla lejos,
mostrando su prepotencia
y abriendo unos ojos ciegos.
Versos escribiré en negro
porque habrá días de tormento.
En verde algunas estrofas
- Yo no tiro mis recuerdos –
Y el azul que es mi color
siempre lo llevaré dentro.
No te olvidaré princesa
- Te lo dije y fui sincero -
Pero, ya no aguanto más,
se acabaron tus desprecios.
¡¡El hecho de que te quiera
no hará de mi vida un pecio!!
Abril 2008