domingo, 22 de agosto de 2010

SINRAZÓN


Busco una razón tan sólo
para aceptar tu partida.
Una que sea perenne
hasta el final de mis días.

Necesito esa razón
que me devuelva mi risa
-la que nadaba en mis ojos
cada vez que te veía-.

Quiero entender que el pasado
ya se fue aunque no se olvida,
que mostraste velas negras
al Egeo que te quería,
que ya no añoras mi piel,
que Troya fue destruida.

He de evitar que me hiera
la esperanza que en la orilla
esperaba sin descanso
la voz que al mar devolvías.

Cerrar los ojos al mundo
no te borra en mi pupila
-hasta escucho tus suspiros
cuando tu recuerdo grita-.

Busco una razón tan sólo
-aire a mis velas caídas-;
una razón, sin tu nombre,
a mi sinrazón de vida.


Agosto 2010

4 comentarios:

Eva de Madrid dijo...

Si fuese, que no lo soy, erudita literaria opinaría sobre la calidad de este poema.
Si fuese, que tampoco lo soy, Licenciada en Psicología matizaría sobre los sentimientos del autor que estos versos revelan.
Siendo una lectora casual de este lugar, gracias a la expresión corazón griego y al buscador más afamado de la red, que eso si lo soy.
Pigmalión. He leído poesías que me han llegado al alma. He pasado por otras que ni he llegado al final. Tu estilo es sencillo, sin pretensiones me atrevería a decir, pero llega. Avanzando por tus letras poco a poco me ha parecido que ese corazón seguía latiendo en la mano que lo sostiene.

EVA

Pigmalión dijo...

Eva, de Madrid
No se si alegrarme de que no seas una erudita literaria que hubiese juzgado el poema. Pero creo que si me alegra que no seas una Psicóloga y que me hubieras desnudado en público.

Gracias a ti, a ese buscador y a la casualidad o curiosidad que te ha traido a mi Egeo virtual.

No se si las poesías que te han llegado al alma o ni has leido seran las mías. En todo caso mejor quedarme con la duda.

¿Y dices que ves latir el corazón?. Tu vas a ser médico o vidente, ¿a que sí?.

Reitero las gracias por esta visita y por tu comentario. Y me disculpo por hacerlo un poco tarde.

Fran

Anónimo dijo...

Ya no sufras, corazón griego. Y tampoco desconfíes de los griegos, traigan o no traigan regalos de caballitos.

El mar se hizo chiquito para caber en tu blog ¿cómo le hiciste? Es el único en toda la red, con mar y sonido en movimiento.

¿Jasón trajo ya el vellocino de oro?

Felicidades,
Abril.

Pigmalión dijo...

Anónimo
Jasón anda todabía buscando su sandalia perdida.

Pero es una gran noticia que se presente Abril en mi mar ya entrado este otoño.

Lo del mar es un secreto: Me lo regalo una sirena con un beso