Cometa con hilo roto,
abandonada a su suerte,
que en el coliseo del cielo
lucha con el viento a muerte.
Mágica alfombra de un alma,

por la que voló inconsciente,
quiso regalarle el mundo
desde allí a unos ojos verdes.
Pegaso donde su cuerpo
cabalgara los placeres
que sin pudor ni medida
le propusiese la mente.
Globo de gas descarado
para huir de su presente
liberando a su otro yo
con lenguaje irreverente.
Lento el tiempo pasará
por tu superficie inerte,
deshaciéndote en silencio
por viento, sol, lluvia o nieve,
con la duda de si el hilo
por tirar llego a romperse
o sus manos lo cortaron
con el deseo de perderte.
Octubre 2010
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