Es mi alma la triste esclava

que por su dueño amor siente,
y él, sabiéndose su amo,
sólo indiferencia ofrece.
Arrogante corazón,
agraciado por la suerte,
tu belleza no es eterna
ni tu magia es indeleble.
El tiempo te mostrará
que cuerpo y corazón mueren,
mientras el alma perdura
por mucho que se la hiere.
19 julio 2008
3 comentarios:
Gravita el alma dolorida, y a veces parece tocar tierra, pero siempre vuelve a remontar el vuelo sobre las alas de nuevos ensueños..., o de nuevas aventuras entre mares paradisíacos. Es la grandeza de la inmortalidad.
Bienvenido, Pigmalión.
G.
Llevaste las maletas llenas de recuerdos y ausencias y las trajiste repletas de bellas palabras.
Se ausentó ese corazón por mucho tiempo y regresó para regalarnos los sentimientos de su alma.
Te sigo admirando, Pigmalión.
anónimo, G
Tanto mejor sería que el alma aprendiese a tener los pies sobre la tierra para evitar que esos ensueños de corazones inmortales terminasen hundidos en mares paradisíacos.
Bienvenida tú, siempre, G.
Veracruz
La fidelidad, hoy, es muy dificil de encontrar y conservar. Por esa razón, ese "te sigo" tiene para mí un valor que muchos tal vez no entiendan. Gracias
Publicar un comentario