Este otoño traicionero
que en silencio nos invita
a escuchar hojas cayendo,
la lluvia y, entre sus días,
algún recuerdo tenaz
como la nieve en la umbría.

Esta estación pertinaz,
odiada y enaltecida,
amante de los amantes,
romántica melodía,
llave de abrir corazones
en tardes que no se olvidan.
Largas noches con sus lunas.
Dedos que su dolor gritan
sobre un inerte teclado,
porque su piel, ahora fría,
añora los rubios rizos
que otros otoños traían.
octubre 2008
6 comentarios:
Para coronar tu bello poema, te regalo el sugestivo "Otoño" de Vivaldi...
http://es.youtube.com/watch?v=QgshE700U60
Un beso,
V.
Anónimo, V
Para no ser menos y teniendo en cuenta mi estilo - bastante más simple que el de los grandes genios - dejaré otro video en respuesta.
Por supuesto que un beso también.
F
http://www.youtube.com/watch?v=yr3gjbT3mok
Jajajaja, olvidaba el video
Muy bonito, pero triste...
La melancolía ancestral del otoño...
¿Por qué? ¿No es más sombrío el invierno que esta estación cálida y luminosa? ¿No es más bello e inspirador el paisaje amarillo anaranjado y los caminos sembrados de hojas doradas, que los árboles desnudos y fantasmales del invierno?
Reivindico el otoño como una etapa hermosa del año, si acaso propicia a la dulce y plácida añoranza, a la evocación de los amados recuerdos, pero no a la triste melancolía...
¡Gracias por el regalo!
V.
Me encanta el otoño, al menos aquí en sevilla, siempre espero cosas amables de él, como su temperatura. Espero que te vuelva a traer rizos sin mesura.
Un saludo y decirte que mi libro ya está disponible en Casa del libro, por si acaso alguien...
Anónimo, V
El otoño con todos esos tonos rubios y la pérdida de horas del día en favor de la noche, con la llegada de las lluvias y el frío, nos invita a disfrutar de mucho tiempo entre las paredes de las habitaciones que guardan olores, imagenes, sonidos, letras y tantas cosas que evocar......
Dificil frenar a veces la melancolía. Muy dificil.
Antonio
Agradezco tu paso por este mar y tus deseos. Aunque aceptaría la mesura de unos únicos rizos.
En unos días pasaré por Madrid y buscaré ese libro.
Un saludo.
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