domingo, 12 de abril de 2009

POR VERTE



Para quien siempre pensó
Que tanta semana santa
sólo eran fiestas y fastos
que a él nunca le afectaban.

Para quien nada tenía
de afinidad militar
salvo sentirse por dentro
un guerrero singular.

El destino deparaba
una de sus ironías
- último zarpazo cruel
al lugar que más dolía -.

De tener juntas dos cosas
Málaga tiene la suerte:
por tener allí aquel cristo
- Cristo de la buena muerte -
y a la legión con orgullo
cantando un himno al ausente.

Y en semejante escenario,
tan marcial, tan religioso,
con tambores y cornetas
llegándome a lo más hondo.

Aquellos hombres traían
el recuerdo que yo amaba.
- me rompieron los esquemas -
Aquellos hombres cantaban
un clamor de amor y entrega.
Y, cuando a su cristo alzaban,
me arrancaron ese llanto
que hace tanto me guardaba.
Porque
“ir a tu lado a verte”
era mi muerte soñada.


Abril 2009

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Dejas en cada verso el alma y corazón....pero que forma tienes de entintar...que la vista se me nubla al decir en voz ...tu poema...

Féliz alborada.
Beat

Anónimo dijo...

Bonito video, bonito poema.Pero vuelta a lo mismo de siempre.
Que algun dia, ese Cristo, te haga , no olvidar por que es imposible, que sigas con tu vida y empieces a mostrar otro tipo de sentimientos en tus poemas.

Pigmalión dijo...

Beat

Maravillosa enfermedad contagiosa la que, como sintomas, muestra que se ablanda el corazón mientras se quiebra la voz y nace un mar en la mirada.

Feliz alborada.

Fran

Anónimo

Bonito comentario, precioso deseo.

Siempre escribo sin premeditación. Siempre cuando necesito expresar algo que no puedo gritar a los cuatro vientos.
El corazón tal vez sea algo más que un órgano latiendo dentro del pecho y tenga: tanto la capacidad de encogerse, hasta entrar en un puño- haciendo que su contenido brote impregnado en el llanto-, como de expandirse para albergar infinitos sentimientos. Pero lo que nadie le va a controlar nunca es su libertad -siempre será un rebelde-.

Lamento tu pequeña decepción, pero que no los muestre en mis poemas no significa que no tenga otros sentimientos.

Gracias por estar ahí.

Fran

Emilio Muñoz dijo...

No dejas de hacer monumentos a aquello que fue y es amado, hoy ausente. El dolor reivindica con orgullo a golpe de tambor... sin tregua ni descanso... con ardor.

Admiro tu arte, poeta, sea fruto de la alegría o de la pena.

Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Tu poema de hoy merece ser recitado con tono de seguiriya, ese cante profundo y doloroso que culmina en la bellísima saeta. Como música de fondo, la estremecedora canción del legionario que lo ha inspirado...

Y me quedo ahí, escuchando... No voy a acercarme al recinto sagrado de tu intimidad. Quizás me duela demasiado.

Un beso
Siempre,
V.