viernes, 9 de noviembre de 2007

PERDERTE


¡Duele!
Desgaja, rasga, mutila,
con la arista del rencor
abriéndome desde dentro.

¡Ciega!
Trepana, embota, enloquece,
con el estilete agudo
del dolor que se me adueña..

¡Ahoga!
Estrangula, trunca, siega,
con el filo tenebroso
del sonido del silencio.

¡Condena!
Encastra, clava, atenaza,
como clavos oxidados
cangrenando mi final.

¡Rinde!
Destrona, arrasa, subyuga,
con las agujas de hielo
que cubren mi corazón.

Y ¡MATA!


Octubre 2007

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He llegado a sentir ese ahogo.
Genial, Pigmalión.

Anónimo dijo...

Me encanta, Pigmalión.

Hacía días que no entraba en tu blog. Perdona, he estado algo liada. Imperdonable, en cualquier caso, no pasar de vez en cuando.

Poema logrado.

Los sinónimos se han hecho los dueños de tu espacio. Semántica pura al servicio de la lírica. Estupendo. Que se aguante el diccionario, que lo vas a hacer verso. Perfecto.


Un beso. Y prometo visitarte más a menudo. Que estoy perdiendo las buenas formas

(Por cierto... hay cierta casita... no sé, lo mismo alguien la visita. Tiene la primera parte de una historia -la segunda aún está en el horno-... no sé, te resultará conocida... seguro... alguien a quien conoces a los primeros rayos del sol. Publicada el 24 de noviembre)

Pigmalión dijo...

Veracruz:
No era mi intención que el lector se involucrase hasta el punto de sufrir conmigo.
Gracias por llegar a tanto.

Psique:
Perdonamé tú a mi. De momento tengo complicado el acceso a internet. Me pasaré por esa casita, no lo dudes.
Y no te preocupes por las formas, hay pérdidas más irreparables.
Un beso para ti.