jueves, 1 de noviembre de 2007

LÁSTIMA

Nadie parecía prestarle atención. Tumbado en aquel rincón mientras el tiempo pasaba lentamente. A pesar de no ser ya joven seguía conservando el aire deportivo que su físico siempre había tenido. Solo un pequeño detalle mostraba externamente la razón que lo había llevado a ese lugar: sus ojos mostraban una mirada triste y abandonada.

-¿Señor Hortelano? – dijo una voz desde el otro lado de la mesa.— El aspecto físico de Héctor es inmejorable, - La apatía y ese comportamiento de no comer ni permitir que nadie se acerque a su comida es algo que solo él podría descifrarnos. Lástima que no pueda hablar.

Mientras abandonaba aquel lugar la misma voz volvió a escucharse -- ¿Hola Circe? ¿Cómo está mi princesa ? – Un aroma inolvidable inundó sus sentidos. El corazón le dio un vuelco. Levantó la cabeza el tiempo justo para verla pasar frente a él. Una preciosidad de pelaje rubio y brillantes ojos verdes que no dejaban de reflejarse en los suyos.

Héctor hizo ademán de acercarse a ella descubriendo que quedaba retenido por algo que rodeaba su cuello. Frente a él quedaba aquella puerta que se cerraba y sobre la que podía leerse “Clínica veterinaria-especialidad en psiquiatría animal”.

Por unos instantes los ojos de Héctor habían dejado de ser tristes, pero……lástima que no podía hablar.

Marzo 2007

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