sábado, 17 de marzo de 2007

EN NOCHE DE ESTIO

Bajo la luz de la dueña
del cielo, en noche de estío.
Desnudo sin sentir frío,
prendido en fuego sin leña.

Sobre el valle, en atalayas,
por el monte y su vaguada.
Con la espada preparada
siguiéndote a la batalla.

Atacando desde atrás,
cara a cara, a los costados.
Otras veces enzarzados
cuerpo a cuerpo a tu compás.

Y tras la lucha incruenta,
sin vencedor ni vencido.

Cercana la madrugada,
empapados, doloridos.

De sudor por el esfuerzo
y de humedad de rocío.

Llega la paz deseada,
se escuchan fuertes latidos,
se piensa en lances vividos,
lanza un reto la mirada.


Marzo 2006

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